Los cultivos necesitan recibir luz en cantidad, calidad y duración adecuadas para poder obtener una producción uniforme y rentable. Sin embargo, factores como la estación del año, la hora del día, el clima y la ubicación geográfica pueden generar condiciones que no siempre son beneficiosas para las plantas. Si quieres aprender sobre la importancia del factor luz en tu sistema productivo y cómo se debe manejar para que impacte en tu productividad, continúa con la lectura.

¿Cuánta luz necesitan los cultivos?

Todas las plantas necesitan una fuente de luz para realizar el proceso de fotosíntesis, sin embargo, la ciencia ha demostrado que las diferentes especies y variedades de los cultivos poseen distintos requerimientos lumínicos. A pesar de requerir niveles diferentes, en términos generales, cuanta más exposición lumínica tengan los cultivos, mejor serán los nutrientes que sinteticen, y por ende, de mejor calidad serán los frutos.

Lo más idóneo es que los cultivos lleguen al punto de saturación de luz. Esto significa que las plantas llegan al nivel máximo de incremento en la velocidad de la fotosíntesis y es el límite de su capacidad metabólica, por lo que no requieren de más iluminación. De hecho, es muy importante generar un control riguroso de este factor, ya que un exceso de luz podría llevar a la fotoinhibición y a la destrucción fotooxidativa de los aparatos fotosintéticos, cuyo síntoma inicial pueden ser coloración rojiza en láminas foliares o tallos rojos, en un proceso reversible si es detectado a tiempo causado por la acumulación de antocianinas, y eventualmente irreversible cuando la acumulación de antocianinas cubre por completo la lámina foliar, lo que impide la entrada de luz y las hojas se secan Por este motivo, es necesario alcanzar los niveles correctos mediante recetas específicas para cada especie

¿Cómo alcanzar los niveles correctos de luz en los cultivos?

El problema es que no podemos controlar al sol. En muchos territorios aprovechar la luz solar es todo un desafío, especialmente para países septentrionales y australes, como es el caso del extremo sur de Chile. En el extremo sur de nuestro país es muy complejo tener plantaciones, ya que las horas de luz diarias son insuficientes para una correcta fotosíntesis, cómo es el caso de Punta Arenas, donde el día solo dura  8 horas.  Además, los niveles de productividad dependen de factores externos que no se pueden cambiar, como la estación del año y el clima. Pero existe una solución.

Iluminación suplementaria para cultivos

Para nuestro alivio, la ciencia y tecnología LED ha avanzado de tal manera que hoy habilita la producción de alimentos en espacios donde antes no era posible pensar en producir. La iluminación LED inteligente permite controlar la luz que se proporciona a las plantas para que estas puedan optimizar su crecimiento. Se ha demostrado que los diodos emitidos por este tipo de luminaria son estables, duraderos, fáciles de controlar y presentan una alta eficiencia energética. 

Un reporte del Centro de Estudios Postcosecha de la Universidad de Chile, señala que las luces LED permiten acceder a una amplia variabilidad de espectro, pudiendo ser reguladas para obtener una longitud de onda precisa, con la cual se consigue optimizar el desarrollo de las plantas con el menor costo energético posible. Además, es posible modular la morfología de las plantas y potenciar la síntesis de compuestos, lo que se traduce en un enorme incremento del valor agregado de cada cultivo.

Uno de los mayores productores agrícolas a nivel mundial es Holanda, territorio cuyas condiciones geográficas y climáticas hacen prácticamente imposible producir en el invierno sin condiciones controladas. Esta nación ha demostrado al mundo entero que la tecnología de la iluminación suplementaria es la clave para aumentar la productividad de los cultivos..  Pero si te perdiste el especial de luz artificial en Holanda y Vietnam, puedes encontrar algunos capítulos en los links siguientes.

Ver más detalles: Holanda: líder en agricultura sostenible y eficiente en invernaderos

Ver más detalles: Iluminación suplementaria con luces LED y las pitahayas de Vietnam: un caso de éxito

Finalmente, otra ventaja de la iluminación suplementaria es que permite a las plantas realizar el proceso de fotosíntesis incluso durante la noche. 

¿Cómo se puede utilizar la iluminación LED en los cultivos?

La mejor estructura para emplear las luces LED es aquella que presente un ambiente controlado donde las variables temperatura y humedad tienen algún mecanismo de control, como por ejemplo un invernadero. También funciona muy bien en instalaciones que tienen como objetivo la optimización de espacios como los cultivos verticales, dado que el posicionamiento de las plantas, estas no recibirían luz directa. Otros ejemplos para aprovechar esta tecnología es en túneles de enraizamientos, cultivos in vitro y proyectos de investigación. Así como en invernaderos, los sistemas de iluminación inteligente pueden ser implementados en diferentes espacios de distintos formatos, tales como salas de crecimiento, casas, malla, macro, microtúneles, y un sin fin de espacios donde los productores germinan, aclimatan y enraízan sus plantas.

Puedes leer: Comienzos y evolución de la iluminación LED

Iluminación suplementaria para cultivos con PARALED

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